En 1616 el gobierno japonés, el Mikado, obligó a los súbditos católicos a abandonar sus creencias bajo pena de muerte. Sabiendo del rigor de la fe de los católicos, los funcionarios crearon una manera de abjurar de la fe que a algún funcionario debió de llenar de orgullo: deberían jurar por El Padre, El Hijo y El Espíritu Santo, por Santa María y por todos los Ángeles que renegaban de la fe católica. Para asegurarse de que lo cumplían, el juramento acababa diciendo “Y si rompo este juramento perderé la gracia de Dios para siempre y caeré en el estado maldito de Judas Iscariote” (Ignacio, en la Galaxia)
10.8.11
SUBRREALISMO A LO JAPONES
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3 comentarios:
Gracias por la consideración.
Tengo curiosidad por saber qué harían los asiáticos si tuviesen a los parásitos gitanos que tenemos nosotros en sus países, viviendo en chabolas, delinquiendo y traficando con droga. En China yo creo que los fusilaban.
Y bueno, buen post. Es una curiosa curiosidad (valga la redundancia).
Creo que se los comerían. Los asiáticos comen todo lo que vuela o anda.
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